domingo, 15 de noviembre de 2009

Domingo cine dramático

Luego de un paso tumultoso por las noches del jueves, del viernes y del sábado, llegó la noche del domingo luego del asado en familia. Mi plan era sencillo: ir al cine, así que miré por la web que opciones había y lo más interesante que encontré fue "El solista", basada en una historia real de un talentoso múscio que terminó en la calle por una enfermedad, y, pasados muchos años, se cruzó con un periodista que le cambió la vida, publicando en el diario en el que trabajaba (Los Angeles times) crónicas de sus encuentros.
El problema es que eran las 21 cuando me dieron ganas de irme al cine (o sea, irme al cine ya) y la peli arrancaba a las 22:40. Luego de darme cuenta que, a pesar de tener 421 amigos en facebook, 211 contactos en mi hotmail y 70 números telefónicos en la agenda de mi celular, nadie quería ir conmigo, mucho menos una mujer, ya sea amiga o conocida o ex novia (el caso más entendible). Terminé de deprimirme cuando llegué a la inevitable conclusión que iba a ver "El solista" solo.
Unos 30 minutos perdí en darme cuenta que iba a ir al cine acompañado por algunas de mis 10 camisas estilo "corte un mantel y lo vendí a la industria de la indumentaria". Compré la entrada, el cine me queda a tres cuadras, entonces decidí ir a cenar a un restaurant con especialidad en pastas, aunque pedí una pizza personal cuatro quesos, blandita blandita, que daban ganas de enrollarla y metérsela al pizzero por donde dios nos prohíbe decir. Luego de la aceitosa cena, me dispuse a ver la película.
La película protagonoziada por Jamie Foxx (Oscar al mejor actor por "Ray", año 2004) no es de esas para terminar el fin de semana bien para arriba e irte a dormir y soñar con la paz mundial. Es un drama desde la d hasta la a, y si sos sentimental como este forro de un mentro noventa, vas a llorar, y si te sentás atrás mío y sos una frígida como la vieja que se cambio de lugar porque mis rulos más rebeldes que el Che Guevara le tapaban parte de la "screen", sos un forro. Pero si medís un metro noventa y encima tenés el pelo como el Rey León recién llegado de un recital de Metallica, la gente se va a ir de atrás tuyo.
Y si leíste todo esto y llegaste hasta acá, gracias.

jfc

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