miércoles, 6 de octubre de 2010

Agradezco todo el tiempo, cada vez que una sensación invade mis sentidos oportunamente,
un amanecer con tanto murmullo de ciudad como el de buenos aires, que se me tira encima de la cara y me deja atónito al redescubrir algo tan sencillo.
Agradezco haberme duchado anoche, esperar que la última gota de agua abandone mi cuerpo, respirar profundo y sentir que estoy vivo.
Nada más que eso por hoy.

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